20-09-2024
“Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”
1 Corintios 13:7
1 Corintios 13:7
El amor verdadero es perseverante. En 1 Corintios 13:7, Pablo describe el amor como algo que “todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” Este tipo de amor no se rinde fácilmente, sino que persiste a pesar de las dificultades. La perseverancia en el amor es clave en nuestras relaciones, tanto con Dios como con los demás. Amar no siempre es fácil, especialmente cuando enfrentamos decepciones o conflictos, pero el amor que proviene de Dios es capaz de soportar cualquier prueba.
Jesús nos mostró el mayor ejemplo de amor perseverante en la cruz. A pesar de ser rechazado y crucificado, Él no dejó de amar a la humanidad. Su amor no estaba basado en nuestras acciones o merecimientos, sino en Su decisión de amarnos hasta el fin. En Juan 13:1, se nos dice que Jesús “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.” Esta perseverancia en el amor es la que debemos imitar, aprendiendo a amar a los demás como Cristo nos amó.
Perseverar en el amor también significa estar dispuestos a perdonar y a soportar las debilidades de los demás. Colosenses 3:13 nos exhorta a soportarnos unos a otros y perdonarnos, como Cristo nos perdonó. El amor verdadero no guarda rencor ni se da por vencido cuando las cosas se ponen difíciles. Al contrario, continúa creyendo, esperando y soportando, confiando en que Dios está obrando en medio de cada situación.
El amor verdadero es perseverante y está dispuesto a soportar cualquier prueba. Siguiendo el ejemplo de Cristo, somos llamados a amar sin condiciones, perdonando y creyendo lo mejor de los demás, confiando en que Dios nos capacitará para amar como Él nos amó.