27-01-2025
”Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.
Santiago 1:5
Santiago 1:5
La sabiduría celestial no es algo que podamos alcanzar por nosotros mismos; es un regalo que Dios nos da cuando se lo pedimos con fe. Santiago 1:5 nos asegura: “Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. Este versículo nos enseña que Dios está dispuesto a compartir Su sabiduría con aquellos que la buscan con humildad y sinceridad.
En Proverbios 2:6, se nos recuerda que “Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia”. La sabiduría de Dios no solo ilumina nuestro entendimiento, sino que nos guía en cada decisión de nuestra vida. Cuando pedimos sabiduría a Dios, Él nos equipa con discernimiento para actuar de manera correcta y justa, conforme a Su voluntad.
Además, la sabiduría celestial no busca satisfacer nuestro orgullo, sino glorificar a Dios y edificar a los demás. En 1 Reyes 3:9, Salomón pidió sabiduría no para su beneficio personal, sino para poder gobernar con justicia al pueblo de Dios. Este ejemplo nos muestra que la verdadera sabiduría siempre tiene un propósito divino y busca el bienestar de los demás.
La sabiduría del cielo es un don que Dios concede abundantemente cuando se lo pedimos. Al buscarla con fe y humildad, Dios nos equipa para enfrentar los desafíos de la vida y glorificar Su nombre.