05-02-2025
”¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros”.
Isaías 49:15-16
Isaías 49:15-16
En momentos de dificultad, podemos sentir que Dios se ha olvidado de nosotros, pero la Biblia nos dice lo contrario. Isaías 49:15-16 nos da una hermosa imagen del amor de Dios: “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz…? Aunque ella se olvide, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de mis manos te tengo esculpida”.
Dios nos ama con un amor inquebrantable. En Jeremías 31:3, Él declara: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”. Su amor no cambia ni se debilita con el tiempo. Aunque los seres humanos podemos fallarnos unos a otros, Dios permanece fiel.
Aun cuando nos alejamos de Él, Dios nos sigue llamando con ternura. Lucas 15:4-6 nos habla de la parábola de la oveja perdida. El buen pastor deja las 99 ovejas para buscar la que se extravió. Esto nos muestra que, sin importar lo lejos que nos sintamos, Dios sigue buscándonos con amor.
Dios nunca se olvida de nosotros. Su amor es más fuerte que cualquier prueba o distancia. Podemos confiar en que siempre nos tiene presentes y nos cuida con ternura.