25-03-2024
“…sin derramamiento de sangre no se hace remisión.”
Hebreos 9:22b
Hebreos 9:22b
La Escritura nos enseña que el perdón de pecados y la reconciliación con Dios requieren un sacrificio. Hebreos 9:22 nos recuerda que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados. Este principio se remonta al Antiguo Testamento, donde los sacrificios de animales señalaban hacia el sacrificio supremo de Jesús en la cruz. Jesús mismo afirmó en Mateo 26:28 que su sangre fue derramada por muchos para el perdón de pecados.
La necesidad del sacrificio de Jesús subraya la seriedad del pecado y la magnitud del amor de Dios. Su sacrificio expiatorio es el único medio por el cual podemos ser reconciliados con Dios y recibir el perdón de nuestros pecados.