05-07-2024
“Las riquezas de vanidad disminuirán; pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.”
Proverbios 13:11
Proverbios 13:11
Proverbios 13:11 nos enseña que las riquezas obtenidas deshonestamente disminuyen, mientras que las obtenidas con trabajo honesto aumentan. La integridad en las finanzas implica manejar nuestro dinero de manera honesta y ética. Debemos evitar la avaricia y la tentación de obtener ganancias de manera deshonesta, confiando en que Dios proveerá a nuestras necesidades cuando actuamos con integridad.
En 2 Corintios 8:21, Pablo escribe: “Procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres.” Este versículo subraya la importancia de la transparencia y la honestidad en nuestras finanzas. La integridad financiera no solo honra a Dios, sino que también establece un buen testimonio ante los demás. Debemos manejar nuestros recursos de manera que refleje nuestra fe y nuestra responsabilidad como administradores de los bienes que Dios nos ha confiado.
En Mateo 6:19-21, Jesús nos advierte: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino hacéos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” La integridad en las finanzas también implica tener una perspectiva eterna, invirtiendo en el reino de Dios y no en acumular riquezas terrenales. Nuestro enfoque debe estar en los tesoros celestiales, donde nuestras inversiones son eternas.
La integridad en las finanzas es fundamental para nuestra vida cristiana. Al manejar nuestro dinero de manera honesta y ética, reflejamos nuestra fe y responsabilidad ante Dios y los demás. Que nuestra administración financiera sea siempre un testimonio de nuestra integridad y nuestra confianza en la provisión de Dios.