El Testimonio del Evangelio

11-08-2024

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.”

Romanos 1:16

Romanos 1:16

El testimonio más importante que podemos compartir es el del Evangelio de Jesucristo. Pablo declara su firmeza en no avergonzarse del Evangelio, reconociendo su poder para la salvación de todos los que creen. Nuestro testimonio del Evangelio debe ser audaz y claro, proclamando la verdad de la salvación que solo se encuentra en Cristo.

En 1 Corintios 15:1-4, Pablo resume el Evangelio que predica: “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí, que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día conforme a las Escrituras.” El corazón del Evangelio es la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo, y es esta verdad la que debemos proclamar.

El testimonio del Evangelio no solo se da con palabras, sino también con nuestra vida. En Filipenses 1:27, Pablo dice: “Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que, o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio.” Nuestra conducta debe ser coherente con el mensaje que predicamos, mostrando que el Evangelio ha transformado nuestra vida y sigue transformándonos.

El testimonio del Evangelio es el llamado más alto y la responsabilidad más grande que tenemos como cristianos. Que no nos avergoncemos del Evangelio, sino que lo proclamemos con valentía y vivamos de manera digna de su verdad. Al hacerlo, participamos en la obra redentora de Dios y llevamos el mensaje de salvación a un mundo necesitado.