07-04-2025
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”
Hebreos 1:1-2
Hebreos 1:1-2
Dios no es un ser distante que creó el mundo y lo dejó a su suerte. A lo largo de la historia, Él ha hablado a Su pueblo de diversas maneras: a través de los profetas, de sueños, visiones y, finalmente, a través de Su Hijo Jesucristo. Hebreos 1:1-2 nos muestra que Dios sigue hablando y revelándose a nosotros, especialmente a través de Su Palabra.
En el Antiguo Testamento, Dios habló a Moisés desde la zarza ardiente (Éxodo 3:2-4). A Elías le habló con un silbo apacible y delicado (1 Reyes 19:11-12). Hoy, Dios sigue hablando por medio de Su Espíritu Santo, quien nos guía a toda verdad (Juan 16:13). No se trata de si Dios habla, sino de si estamos dispuestos a escuchar.
La Biblia es la voz de Dios escrita para nosotros. 2 Timoteo 3:16 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.” Si queremos escuchar la voz de Dios, debemos sumergirnos en Su Palabra y permitir que Él nos hable a través de ella.
Dios sigue hablando hoy. Lo hace a través de Su Palabra, Su Espíritu y circunstancias. Debemos estar atentos y dispuestos a escuchar Su voz con un corazón obediente.