07-03-2025
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais.”
Gálatas 5:16-17
Gálatas 5:16-17
La santidad no puede ser alcanzada por esfuerzo humano, sino que es una obra del Espíritu Santo en nosotros. Gálatas 5:16-17 nos exhorta a caminar en el Espíritu, ya que la carne está en constante conflicto con el Espíritu. La santidad es el resultado de vivir bajo el control del Espíritu Santo, quien nos guía y nos capacita para vivir conforme a la voluntad de Dios.
El Espíritu Santo nos da el poder para decir “no” al pecado y vivir de acuerdo con la naturaleza divina. En Romanos 8:13 se nos dice: “Si vivís conforme a la carne, moriréis; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.” La santidad implica una lucha constante, pero el Espíritu es nuestro ayudador.
El Espíritu Santo también produce frutos en nosotros, como el amor, gozo, paz y paciencia, que son señales claras de una vida transformada. Gálatas 5:22-23 describe estos frutos: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”
La santidad es una obra del Espíritu Santo en nosotros. A medida que caminamos en Su poder, somos transformados y capacitados para vivir vidas que honren a Dios.