02-07-2024
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.”
Efesios 4:25
Efesios 4:25
La integridad en la palabra es esencial para construir confianza y relaciones genuinas. Efesios 4:25 nos exhorta a desechar la mentira y hablar la verdad con nuestro prójimo. La mentira destruye la confianza y crea divisiones, mientras que la verdad edifica y fortalece nuestras relaciones. Como cristianos, estamos llamados a ser personas de palabra, reflejando la verdad de Dios en nuestras conversaciones diarias.
En Colosenses 3:9-10, Pablo escribe: “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno.” Este versículo subraya la necesidad de dejar atrás las prácticas del viejo hombre, como la mentira, y revestirnos del nuevo hombre en Cristo. Nuestra nueva identidad en Cristo nos llama a vivir en verdad y honestidad, reflejando su carácter en nuestras palabras.
Santiago 5:12 nos dice: “Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento, sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.” Este versículo enfatiza la importancia de ser personas de palabra, cuyo sí sea sí y cuyo no sea no. La integridad en la palabra significa ser consistentes y fiables, cumpliendo lo que decimos sin necesidad de juramentos o promesas excesivas.
La integridad en la palabra es crucial para nuestra vida cristiana. Al hablar siempre con verdad y honestidad, reflejamos el carácter de Dios y construimos relaciones basadas en la confianza. Que nuestras palabras sean siempre un testimonio de nuestra integridad y nuestra fe en Cristo.