31-10-2025
“Todo lo que respira alabe a Jehová. Aleluya.”
Salmos 150:6
Salmos 150:6
La creación entera alaba a Dios. Cada canto de ave, cada ola del mar y cada brisa en el campo son parte de una sinfonía que exalta al Creador. El salmista concluye los Salmos invitando a toda criatura a unirse en adoración: “Alabadle, sol y luna; alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas” (Salmos 148:3).
Cuando contemplamos la naturaleza, podemos escuchar su adoración silenciosa. El orden, la vida y la belleza apuntan hacia su Autor. Nosotros, redimidos por Cristo, tenemos el privilegio de unirnos conscientemente a esa alabanza. “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos” (Romanos 11:36).
Adorar no es solo cantar, sino vivir en rendición al Creador. Cada respiración es una oportunidad de honrarle, cada acción un acto de gratitud por Su grandeza.
Toda la creación alaba al Creador. Que nuestras vidas no sean la excepción, sino una ofrenda viva que se una al coro eterno que exalta Su nombre.


