24-10-2024
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.”
Colosenses 3:17
Colosenses 3:17
La santidad no solo afecta lo que pensamos y decimos, sino también lo que hacemos. Colosenses 3:17 nos llama a hacer todo en el nombre del Señor Jesús, lo que significa que nuestras acciones deben reflejar Su carácter y Su voluntad. Esto abarca cada aspecto de nuestra vida, desde nuestras interacciones diarias hasta nuestras decisiones más grandes. Vivir en santidad implica que todo lo que hacemos es un acto de adoración a Dios.
En Gálatas 5:22-23, Pablo menciona el fruto del Espíritu, que incluye el amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, fe, mansedumbre y dominio propio. Estas cualidades deben ser evidentes en nuestras acciones. La santidad en nuestras acciones significa vivir de manera que refleje el fruto del Espíritu en nuestras relaciones con los demás. Esto puede ser a través de actos de bondad, paciencia con quienes nos rodean, o en la manera en que servimos a Dios y a los demás.
Finalmente, la santidad en nuestras acciones es una respuesta a la gracia que hemos recibido. En Efesios 2:10, se nos dice que somos creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano. Esto nos recuerda que nuestras acciones deben estar alineadas con el propósito de Dios para nuestras vidas. Cuando vivimos en santidad, nuestras obras glorifican a Dios y testifican de Su amor y gracia a quienes nos rodean.
La santidad en nuestras acciones refleja el carácter de Cristo en nosotros. Al hacer todo en Su nombre, nuestras acciones se convierten en una expresión de adoración a Dios y un testimonio de Su obra transformadora en nuestras vidas.
1 comentario en “Santidad en Nuestras Acciones”
El devocional de hoy nos enseña que todas nuestras acciones deben reflejar lo que ha hecho Dios en nuestra vida, siendo cada vez más parecidos a él. Aunque a veces sea difícil dejar de hacer ciertas cosas o cambiar nuestra actitud, debemos actuar conforme a lo que dice la palabra y por amor al Señor, buscando en todo el momento su santidad y la oportunidad para alabarlo por medio de nuestras acciones.