14-05-2025
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”
Salmo 23:4
Salmo 23:4
El miedo muchas veces crece en la soledad. Sentimos que nadie entiende lo que pasamos, que nadie puede ayudarnos. Sin embargo, el Señor nos asegura que en los momentos más oscuros Él camina con nosotros. Su compañía es real, constante y poderosa.
David, en su salmo, no dice que evitó el valle, sino que pasó por él. Los valles llegarán, pero no nos destruirán si Dios va con nosotros. “He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:20). Esa es una promesa de Cristo para sus discípulos, que también es nuestra.
Dios no solo camina contigo, también te guía, te corrige y te consuela. Su vara y su cayado simbolizan dirección y protección. No estás caminando sin rumbo; Dios mismo marca el camino. “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán.” (Isaías 43:2). Esa es nuestra confianza.
La presencia de Dios es nuestro mayor consuelo en medio del miedo. Aunque atravesemos valles de oscuridad, Él no nos deja solos. Con su dirección y cuidado, enfrentamos la vida con esperanza. Nunca caminamos sin su compañía.