04-03-2025
“Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor; y no toquéis lo inmundo, y yo os recibiré.”
2 Corintios 6:17
2 Corintios 6:17
La santidad no solo involucra vivir conforme a los principios de Dios, sino también apartarse de todo lo que es inmundo. En 2 Corintios 6:17, Pablo nos exhorta a salir de medio de los impíos y apartarnos de lo inmundo. La santidad requiere una separación clara de las cosas que nos apartan de Dios.
El pecado tiene el poder de ensuciar nuestra vida espiritual, por lo que debemos evitar cualquier forma de inmundicia, ya sea en pensamientos, palabras o acciones. Santiago 4:8 nos llama a “limpiar nuestras manos, pecadores, y a purificar nuestros corazones, doblemente inconstantes.” La santidad comienza con un arrepentimiento genuino y un corazón dispuesto a cambiar.
Jesús mismo nos enseñó a vivir apartados del mal. En Juan 17:15-16, Él ora: “No te ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.” Como discípulos de Cristo, somos llamados a ser diferentes del mundo, a vivir de manera que refleje la pureza y la santidad de Dios.
Vivir en santidad requiere apartarse activamente del pecado y de todo lo que nos aleja de Dios. Debemos tomar decisiones conscientes que nos mantengan alejados de lo inmundo y cerca de la santidad de Dios.