25-04-2025
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
2 Timoteo 3:16-17
2 Timoteo 3:16-17
La Palabra de Dios no es un simple texto antiguo, es viva, poderosa e inspirada por Dios. En ella encontramos todo lo necesario para vivir con sabiduría y propósito. Pablo le escribe a Timoteo que las Escrituras son útiles para enseñar, corregir y entrenar en justicia. Esto significa que cada parte de la Biblia tiene una función formativa en nuestra vida espiritual.
Efesios 2:10 complementa esta verdad: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Dios ya preparó el camino, pero es Su Palabra la que nos equipa para recorrerlo con eficacia. No podemos vivir la vida cristiana sin el entrenamiento que proviene del conocimiento bíblico.
En Hebreos 5:14 también se nos exhorta a madurar: “Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” La práctica constante de la Palabra nos fortalece y nos capacita para vivir conforme a la voluntad de Dios. Cada enseñanza bíblica es una herramienta para edificar nuestra vida y servir mejor a otros.
Dios nos ha dado Su Palabra para transformarnos y equiparnos. Cada enseñanza bíblica afina nuestro carácter y nos prepara para toda buena obra. Al conocerla y obedecerla, nos volvemos instrumentos útiles en las manos del Señor.