13-02-2025
”Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”.
Colosenses 3:17
Colosenses 3:17
La gratitud tiene el poder de transformar cómo vemos y vivimos nuestra vida. Colosenses 3:17 dice: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”. Esto implica que todo lo que hagamos debe estar impregnado de gratitud, desde nuestras acciones cotidianas hasta nuestras interacciones con los demás. La gratitud cambia la forma en que vivimos y nos lleva a hacer todo con un propósito y una actitud correcta.
Cuando practicamos la gratitud, nuestra perspectiva cambia. En lugar de enfocarnos en los problemas, empezamos a ver las bendiciones, aunque sean pequeñas. Santiago 1:17 nos recuerda que “toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces”. Cada detalle de nuestra vida se convierte en una oportunidad para agradecer a Dios.
La gratitud nos ayuda a ver a las personas y situaciones a través de los ojos de Dios. En lugar de quejarnos o criticar, comenzamos a agradecer por lo que tenemos y por las lecciones que aprendemos. Esta perspectiva transformada nos lleva a vivir con un corazón de amor y compasión, siguiendo el ejemplo de Cristo.
La gratitud cambia nuestra perspectiva y nos ayuda a vivir con propósito y amor. Al practicarla, vemos a las personas y situaciones con los ojos de Dios, transformando cada momento de nuestra vida en una oportunidad de adoración.