16-06-2024
“A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.”
Colosenses 1:27
Colosenses 1:27
Colosenses 1:27 nos revela que Cristo en nosotros es la esperanza de gloria. Esta esperanza no solo se refiere a la vida eterna, sino también a la presencia y poder de Cristo en nuestras vidas diarias. La esperanza de la gloria nos da la confianza de que, aunque enfrentemos dificultades y pruebas, Cristo está con nosotros y nos está transformando a su imagen. Esta esperanza nos motiva a vivir con un propósito y una expectativa eterna.
En Romanos 8:18, Pablo escribe: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.” Esta esperanza de la gloria futura nos da una perspectiva eterna que nos ayuda a soportar las pruebas y tribulaciones actuales. Sabemos que nuestras dificultades presentes son temporales y que una gloria eterna y maravillosa nos espera en el futuro.
En 2 Corintios 4:17-18, se nos dice: “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” Esta esperanza de la gloria nos ayuda a enfocarnos en lo eterno y no en lo temporal. Nos da la fuerza para perseverar y mantener la fe, sabiendo que lo mejor está por venir.
La esperanza de la gloria nos da una perspectiva eterna y nos motiva a vivir con propósito y perseverancia. Al tener a Cristo en nosotros, podemos enfrentar cualquier desafío con la certeza de que una gloria eterna nos espera. Que esta esperanza nos llene de alegría y nos impulse a vivir para la gloria de Dios, reflejando su amor y gracia en todo lo que hacemos.