15-01-2025
“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió”
Hebreos 10:23
Hebreos 10:23
Dios es fiel, y Sus promesas son un ancla segura para nuestra esperanza. Hebreos 10:23 nos exhorta: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió”. Podemos confiar en que todo lo que Dios ha dicho se cumplirá, porque Su palabra es inmutable y eterna.
En el Antiguo Testamento, vemos cómo Abraham esperó en la promesa de Dios a pesar de las circunstancias imposibles. Romanos 4:20-21 nos dice que Abraham no dudó por incredulidad, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios. Su confianza en las promesas divinas nos inspira a esperar con fe, sabiendo que Dios siempre cumple.
Jesús mismo es el cumplimiento de las mayores promesas de Dios. En 2 Corintios 1:20 leemos: “Todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén”. En Cristo, encontramos la seguridad de que cada promesa de vida, redención y restauración es nuestra. Esto nos llena de esperanza en el presente y para el futuro.
La fidelidad de Dios garantiza que Sus promesas nunca fallarán. Al confiar en Su palabra, nuestra esperanza se fortalece y nos llena de gozo, porque sabemos que Él siempre cumple lo que promete.