21-09-2025
“Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido.”
Proverbios 17:28
Proverbios 17:28
No siempre necesitamos responder o dar nuestra opinión. La Biblia nos enseña que en muchos casos el silencio es una muestra de sabiduría. Guardar silencio nos protege de pecar con la lengua y nos permite reflexionar antes de hablar.
Santiago 1:26 dice: “Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.” El verdadero creyente no solo habla palabras correctas, sino que también sabe cuándo callar para no pecar.
Jesús mismo, en su juicio, guardó silencio frente a las acusaciones injustas. Mateo 27:14 dice: “Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.” Su ejemplo nos muestra que el silencio, muchas veces, es más poderoso que cualquier argumento.
Aprender a callar es parte del cuidado de la lengua. A veces, el silencio comunica más que muchas palabras. Sigamos el ejemplo de Cristo y permitamos que el Espíritu Santo nos guíe para hablar cuando conviene y callar cuando es necesario, siempre para la gloria de Dios.