23-07-2025
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.”
1 Pedro 1:3
1 Pedro 1:3
La resurrección no es solo un hecho pasado, sino una promesa futura. Por medio de ella, hemos nacido de nuevo a una esperanza viva. En un mundo marcado por la desesperanza, el cristiano tiene una seguridad firme: Cristo vive, y eso cambia todo.
La esperanza viva no es una ilusión ni un deseo vacío, es una certeza basada en la fidelidad de Dios. Colosenses 1:27 dice: “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.” Esa esperanza nos anima, nos fortalece y nos motiva a perseverar.
Aún cuando enfrentamos muerte, enfermedad o tristeza, nuestra esperanza permanece intacta porque está anclada en una tumba vacía y un Salvador resucitado. Sabemos que un día todo será restaurado porque Cristo vive.
La resurrección nos ha dado una esperanza viva que trasciende las circunstancias. Aunque todo a nuestro alrededor cambie, Jesús vive, y eso garantiza un futuro glorioso. Confiemos en Él cada día con gozo y fe.