25-07-2025
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte… y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.”
Hebreos 2:14-15
Hebreos 2:14-15
Uno de los mayores temores de la humanidad es la muerte. Pero la resurrección de Jesús rompió ese poder. Cristo venció la muerte y ahora los que están en Él no tienen por qué temer. Nuestra vida está segura en sus manos.
Juan 11:25-26 afirma: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.” Esa verdad nos llena de paz. Sabemos que la muerte no tiene la última palabra, porque Jesús ya la venció.
El temor ya no nos controla. 2 Timoteo 1:7 declara: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” El poder de la resurrección nos hace valientes para vivir con propósito, sin miedo.
El poder de la resurrección nos ha liberado del temor, especialmente del temor a la muerte. En Cristo encontramos descanso, paz y valor para vivir confiando en que la victoria ya ha sido ganada.