21-07-2025
“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”
Romanos 6:4
Romanos 6:4
La resurrección de Cristo no es solo un hecho histórico, sino una realidad espiritual que transforma completamente nuestra vida. Cuando creemos en Jesús, nuestra antigua naturaleza muere con Él, y resucitamos a una nueva vida. Esta vida nueva no se basa en obras ni en religión, sino en una relación con el Cristo resucitado.
El bautismo simboliza esa unión con Cristo: así como Él murió y resucitó, nosotros también experimentamos esa muerte al pecado y resurrección para una vida conforme a Dios. Esta vida nueva implica un cambio de dirección, de motivaciones y de propósito.
Gálatas 2:20 lo afirma: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí…”. La resurrección nos da el poder para vivir diferente. No seguimos reglas por obligación, sino porque el mismo poder que levantó a Cristo vive en nosotros.
La resurrección de Jesús es la fuente de una vida transformada. En Él tenemos esperanza, poder para cambiar y una nueva identidad. Vivamos cada día conscientes de que somos nuevas criaturas, llamadas a reflejar la gloria del Cristo resucitado.