18-07-2025
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.”
Hebreos 2:14-15
Hebreos 2:14-15
Jesús tomó forma humana para vencer a la muerte desde dentro. Al morir y resucitar, destruyó el poder del diablo y del temor que la muerte causaba. Esto no fue solo una victoria espiritual, sino una liberación emocional para cada creyente.
Antes de Cristo, la muerte era una amenaza permanente. Pero ahora, ya no hay condenación para los que están en Él (Romanos 8:1). La cruz no solo perdona pecados, también destruye el temor que nos esclavizaba.
Hoy podemos vivir libres. 2 Timoteo 1:10 dice que Cristo “quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio”. La cruz no fue una derrota, sino la mayor victoria que ha conocido la humanidad.
Jesús destruyó el poder de la muerte y del temor. Su cruz nos libera de vivir esclavizados por el miedo. En Él somos verdaderamente libres, incluso frente a la muerte.