21-05-2025
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor.”
1 Juan 4:18
1 Juan 4:18
El temor muchas veces se relaciona con la inseguridad de no saber qué pasará o con el sentimiento de que algo malo podría suceder. Pero el apóstol Juan nos recuerda que el perfecto amor de Dios echa fuera el temor. Este amor no se basa en nuestras obras ni en circunstancias, sino en el carácter inmutable de Dios.
Cuando comprendemos que somos amados por Dios, no como un concepto teológico, sino como una verdad vivencial, los temores comienzan a disiparse. La ansiedad se desvanece cuando entendemos que Dios está con nosotros y que nada puede separarnos de su amor (Romanos 8:38-39). Saber que somos amados elimina la raíz de la inseguridad.
Ser perfeccionados en el amor de Dios no significa que nunca sintamos miedo, sino que aprendemos a confrontarlo con la certeza de que somos hijos del Padre celestial. Su amor nos cubre, nos guarda y nos afirma. En Su amor encontramos la libertad de confiar en medio de cualquier tormenta.
Dios no quiere que vivas paralizado por el miedo o la ansiedad. Él te invita a permanecer en su amor perfecto, donde puedes hallar seguridad, descanso y fortaleza. Deja que su amor venza tus temores.