25-08-2025
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.”
Juan 13:34
Juan 13:34
Jesús nos dejó un mandamiento que resume toda la ley y los profetas: amar a los demás como Él nos ha amado. No es un amor superficial ni condicionado, sino un amor sacrificial. Cristo demostró ese amor entregando su vida en la cruz por nosotros, aun cuando no lo merecíamos. La Biblia dice: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8). Ese es el estándar de amor que estamos llamados a reflejar.
Amar a los demás implica paciencia, perdón y misericordia. En 1 Corintios 13:4-5 se nos recuerda: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor.” Este tipo de amor va más allá de los sentimientos, es una decisión diaria de actuar como Cristo actuaría en nosotros.
Cuando obedecemos este mandamiento, mostramos al mundo que somos verdaderos discípulos de Jesús. Él mismo dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” (Juan 13:35). Nuestro testimonio cristiano se fortalece cuando nuestro amor refleja la compasión y la entrega de Cristo.
Amar a los demás como Cristo nos amó es un llamado a vivir un evangelio práctico. Este amor nos transforma y también transforma a quienes nos rodean. Decidamos hoy ser portadores del amor de Cristo, recordando que su mandamiento no es pesado, sino vida y luz para el mundo.


