12-12-2024
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.”
Romanos 8:18
Romanos 8:18
Pablo nos invita a mirar más allá de las pruebas temporales y enfocarnos en la gloria eterna que Dios tiene preparada para nosotros. Las pruebas pueden parecer abrumadoras, pero cuando recordamos que tienen un propósito eterno, podemos enfrentarlas con gozo y esperanza.
Santiago 1:2-3 también nos anima a “tener por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas.” Este gozo no es una negación del dolor, sino una respuesta basada en la confianza de que Dios está trabajando en nosotros y a través de nosotros. Saber que las pruebas producen paciencia y carácter nos da motivos para regocijarnos.
Jesús mismo soportó la cruz por el gozo puesto delante de Él (Hebreos 12:2). Su ejemplo nos enseña que, aunque las pruebas sean difíciles, podemos enfrentarlas con gozo al saber que están llevando a cabo un propósito eterno en nuestras vidas.
El gozo en las pruebas no proviene de las circunstancias, sino de nuestra confianza en el propósito eterno de Dios. Al enfocarnos en Su gloria venidera, podemos enfrentar las pruebas con esperanza y alegría.