19-06-2025
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
Hebreos 12:2
Hebreos 12:2
Jesús es el mayor ejemplo de contentamiento, pues en medio de sufrimientos y rechazo Él mantuvo la mirada en el propósito que Dios le había dado. Hebreos 12:2 nos muestra que el contentamiento de Jesús no dependía de circunstancias, sino del gozo de cumplir la voluntad del Padre.
Él vivió una vida de humildad, renunciando a todo por amor a nosotros. Su contentamiento fue interior, fundado en la comunión constante con Dios y en la esperanza del Reino eterno. Esto nos enseña que el verdadero contentamiento es espiritual y va más allá de lo temporal.
También vemos que Jesús no evitó el sufrimiento, sino que lo enfrentó con valentía y alegría, porque sabía que Dios estaba con Él. Esto nos anima a buscar ese mismo contentamiento, confiando que Dios está trabajando incluso en nuestras dificultades.
Siguiendo el ejemplo de Jesús, aprendemos que el contentamiento verdadero proviene de poner nuestra mirada en Dios y su propósito, aun en medio del dolor y la adversidad.