23-06-2025
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestros almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”
Mateo 11:28-30
Mateo 11:28-30
Jesús nos invita a venir a Él cuando estamos cansados y sobrecargados, ofreciéndonos un descanso profundo para nuestras almas. Este descanso no es solo físico, sino un alivio espiritual y emocional que sólo Él puede dar. En medio de la presión diaria, la ansiedad y el estrés, el descanso en Dios renueva nuestra fuerza y esperanza.
El yugo que Jesús ofrece es diferente al peso que llevamos por nuestra cuenta. Él nos llama a aprender de su mansedumbre y humildad para encontrar paz verdadera. Este descanso es accesible para todos los que aceptan su invitación, sin importar las circunstancias o el cansancio que enfrentan.
Además, el descanso en Cristo nos libera del agotamiento provocado por tratar de cargar solos con las cargas de la vida. Al depositar nuestra confianza en Él, recibimos su gracia y cuidado, y esto nos fortalece para seguir adelante con fe y valentía.
El descanso que Dios ofrece es un regalo para nuestras almas cansadas. Al acudir a Jesús, podemos soltar nuestras cargas y encontrar paz y renovación en medio del agobio.