09-06-2025
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
1 Tesalonicenses 5:18
1 Tesalonicenses 5:18
La gratitud no es solo una emoción momentánea, sino una decisión que refleja nuestra fe en Dios. Dar gracias “en todo” implica reconocer que, incluso en tiempos difíciles, Dios está en control. Un corazón agradecido honra al Señor porque confía en que Su voluntad es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2).
En la vida de Jesús vemos esta actitud constantemente. Antes de alimentar a los cinco mil, levantó la vista al cielo y dio gracias (Juan 6:11). Su gratitud precedió al milagro, mostrándonos que agradecer abre puertas a lo sobrenatural. La gratitud prepara nuestro corazón para recibir con fe lo que Dios quiere hacer.
Un corazón agradecido también transforma nuestra perspectiva. Filipenses 4:6 nos dice: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” La gratitud nos lleva a vivir en paz y confianza, incluso en medio de las pruebas.
Un estilo de vida agradecido no se basa en circunstancias favorables, sino en la fidelidad de Dios. Cuando damos gracias en todo, demostramos madurez espiritual y reconocimiento del Señorío de Cristo. Agradecer es adorar con el corazón.