05-09-2025
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
Efesios 4:32
Efesios 4:32
La bondad es el fruto del Espíritu que se manifiesta en acciones concretas de misericordia y compasión. Jesús es nuestro mayor ejemplo de bondad: sanó enfermos, alimentó multitudes y perdonó a los pecadores. Su vida fue una expresión continua de amor en acción.
Romanos 2:4 nos recuerda: “¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?” La bondad de Dios nos transforma, y a su vez nos llama a ser instrumentos de bondad para otros.
La bondad no es debilidad, es fuerza en el amor. Proverbios 19:22 dice: “Contentamiento es a los hombres hacer misericordia.” Cada acto de bondad es una semilla sembrada en corazones que necesitan de Cristo. El Espíritu nos impulsa a mostrar esa bondad genuina.
La bondad del Espíritu Santo nos convierte en reflejos vivos del amor de Dios. Cuando actuamos con misericordia y compasión, las vidas son transformadas y Cristo es exaltado. La bondad abre puertas para que otros conozcan al Señor.