14-09-2025
“Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones”.
Salmos 100:5
Salmos 100:5
El amor de Dios nunca falla porque es eterno. Los amores humanos pueden acabarse, pero el amor del Señor permanece para siempre. Su fidelidad trasciende generaciones y su misericordia no tiene fin. Por eso podemos confiar en Él en todo momento.
Lamentaciones 3:22-23 lo confirma: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”. Cada día nos levantamos bajo la seguridad de que su amor está presente.
El Salmo 136 repite en cada versículo: “Porque para siempre es su misericordia”. Esto nos recuerda que no hay situación en la que el amor de Dios nos abandona. Su amor nunca falla porque es parte de su esencia divina.
El amor de Dios permanece para siempre y es inmutable. Su fidelidad trasciende el tiempo y las circunstancias. Vivamos con la certeza de que el amor de Dios nunca fallará y siempre nos acompañará.