21-12-2025
“Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.”
Lucas 2:11
Lucas 2:11
El centro de la Navidad es Jesucristo, el Salvador del mundo. Su nacimiento marca el inicio del cumplimiento del plan de redención de Dios. Jesús no vino solo a enseñarnos, sino a salvarnos del pecado y reconciliarnos con el Padre. Mateo 1:21 (RVR1960) dice: “Llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” La Navidad es una celebración de salvación.
Jesús es el Salvador personal. No solo vino para el mundo en general, sino para cada corazón que le recibe. Romanos 10:9 (RVR1960) nos recuerda que al confesar a Jesús como Señor recibimos salvación. La Navidad nos invita a una respuesta personal: aceptar a Cristo como Señor y Salvador de nuestra vida. Él vino a restaurar nuestra relación con Dios y darnos vida eterna.
Celebrar la Navidad es reconocer que Jesús es el centro de todo. No se trata de regalos, tradiciones o celebraciones externas, sino de Cristo viviendo en nosotros. Colosenses 1:27 (RVR1960) dice: “Cristo en vosotros, esperanza de gloria.” Cuando Cristo nace en nuestro corazón, nuestra vida es transformada para siempre.
La Navidad nos recuerda que el Salvador ha nacido. Jesús es la esperanza de la humanidad y la respuesta de Dios al pecado. Al recibirlo, recibimos vida eterna y restauración. Que cada día celebremos a Cristo como el verdadero centro de la Navidad. Él es el regalo más grande de Dios.


