02-12-2025
“Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.”
Juan 16:14
Juan 16:14
La obra principal del Espíritu Santo es llevarnos a Cristo. Su presencia no nos distrae del Evangelio ni nos aleja de la verdad, sino que nos muestra más claramente quién es Jesús. Él no busca protagonismo, sino exaltar al Salvador. Por eso Jesús dijo que el Espíritu “me glorificará”. Cada vez que nuestros ojos espirituales se abren a la belleza de Cristo, es obra del Espíritu Santo en nuestro interior.
El Espíritu también nos guía a toda verdad, como Jesús enseñó en Juan 16:13. No nos deja en ignorancia espiritual, sino que nos conduce a comprender la Palabra con profundidad. Cuánto más nos exponemos a la Biblia, más Él ilumina nuestro corazón para ver a Cristo en cada enseñanza, cada promesa y cada mandamiento. La presencia del Espíritu Santo convierte el conocimiento bíblico en vida transformada.
Además, el Espíritu testifica a nuestro corazón que somos hijos de Dios (Romanos 8:16). Esta revelación no es intelectual, sino espiritual. Nos afirma en nuestra identidad, nos recuerda la gracia y nos impulsa a vivir confiados en el amor del Padre. Así, la presencia del Espíritu Santo produce en nosotros una fe más firme en Cristo y un amor más profundo por Él.
El Espíritu Santo siempre nos conduce a Cristo: lo glorifica, lo revela y lo hace real en nuestra vida diaria. Cuando prestamos atención a Su voz, nuestra fe crece y nuestro corazón se afirma en la gracia. Que esta semana podamos reconocer Su guía y permitir que nos muestre más de Jesús, nuestro Salvador y Señor.


