27-11-2025
“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos.”
Salmos 32:8
Salmos 32:8
Caminar bajo el amor de Cristo implica confiar en Su dirección incluso cuando no entendemos completamente el proceso. Cristo no solo nos salva, también nos guía con ternura. “El Señor es mi pastor; nada me faltará” (Salmos 23:1). Como Pastor, Él va delante de nosotros, marcando el paso, cuidando de los peligros y mostrando el camino seguro. No caminamos a ciegas; caminamos bajo la mirada amorosa de Aquel que conoce el final desde el principio.
Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:27). Su amor nos enseña a escuchar Su voz en medio de tantas voces que intentan confundirnos. El amor de Cristo no nos empuja; nos guía con paciencia. Su dirección nunca es para limitar, sino para proteger y llevarnos al propósito eterno que Él mismo ha diseñado. Su amor nos muestra que no tenemos que tener todas las respuestas, solo necesitamos confiar.
Además, Su guía siempre está acompañada de Su presencia. Él no nos señala el camino desde lejos, sino que camina con nosotros en cada paso. “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:6). Caminar bajo el amor de Cristo es caminar confiados, sabiendo que cada decisión puesta en Sus manos es cuidada por Su sabiduría perfecta. No estamos solos; caminamos con el Dios que nos ama profundamente.
El amor de Cristo guía tu caminar día tras día. Puedes confiar en Su dirección incluso cuando no comprendes todo. Su amor no falla, Su consejo es perfecto y Su mirada está sobre ti. Él te conducirá hacia lo mejor porque te ama. Camina con paz, sabiendo que Él va delante de ti.


