19-11-2025
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.”
Mateo 7:24–25
Mateo 7:24–25
Jesús deja claro que edificar sobre la roca no es solo oír su palabra, sino obedecerla. La estabilidad espiritual viene cuando aplicamos sus enseñanzas diariamente. Santiago afirma: “Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22). La obediencia es el cemento que une nuestra vida a Cristo.
Las tormentas de la vida son inevitables: problemas familiares, presiones, enfermedades, incertidumbre. Pero Jesús nos asegura que quienes se aferran a Él no caerán. Salmos 125:1 dice: “Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre.” La estabilidad viene de fundamentarnos en Cristo.
Cuando obedecemos su palabra, nuestra fe se fortalece y crecemos en madurez. No es una vida sin dificultad, sino una vida donde la dificultad no destruye nuestra fe. La roca no solo sostiene, también forma nuestro carácter. Cristo es la base sólida que edifica una vida fructífera y perseverante.
Edificar sobre Cristo significa obedecer su palabra diariamente. Aunque vengan tormentas, no caerás porque tu vida está fundada en Jesús. Permite que cada decisión y cada paso estén cimentados en la Roca eterna.


