13-11-2025
“Todas las cosas son puras para los puros; mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro.”
Tito 1:15
Tito 1:15
Dios no solo mira nuestras acciones, sino también las intenciones que las motivan. “Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 Samuel 16:7). Las intenciones puras provienen de un corazón rendido al Señor, que busca agradarle antes que ser aprobado por los hombres.
Muchas veces nuestras obras pueden parecer correctas, pero si no brotan del amor y la obediencia, no agradan a Dios. “Todo lo que no proviene de fe, es pecado” (Romanos 14:23). La pureza interior se refleja en nuestras decisiones, palabras y actitudes.
Solo el Espíritu Santo puede purificar las motivaciones ocultas del alma. Cuando le damos acceso total, Él alinea nuestros deseos con los del Padre, transformando nuestras prioridades y pensamientos.
Vivir con pureza de intención significa hacer todo para la gloria de Dios. Cuando nuestro corazón está alineado con el de Cristo, nuestras acciones reflejan Su amor y Su justicia al mundo.


