27-09-2025
“Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”.
Juan 14:23
Juan 14:23
La obediencia es fruto de una vida disciplinada. No basta con escuchar la Palabra, debemos ponerla en práctica. Jesús dejó claro que el amor verdadero se demuestra con obediencia.
La obediencia requiere renunciar a nuestra voluntad para abrazar la de Dios. Filipenses 2:8 nos recuerda que Cristo mismo fue obediente hasta la muerte de cruz. Ese es nuestro mayor ejemplo.
Cuando vivimos en obediencia, experimentamos la plenitud de la presencia de Dios. Deuteronomio 28:2 dice: “Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”.
La obediencia diaria es evidencia de nuestra disciplina espiritual. Nos conecta con el amor de Dios y abre la puerta a sus promesas y bendiciones.