15-06-2025
“Alabad a Jehová, invocad su nombre; dad a conocer sus obras en los pueblos.”
Salmo 105:1
Salmo 105:1
La gratitud no solo transforma nuestro interior, también se convierte en un poderoso testimonio para otros. Salmo 105:1 nos insta a hablar de las obras de Dios con gratitud y alabanza. Cuando compartimos lo que Dios ha hecho, estamos proclamando su gloria y edificando la fe de quienes nos escuchan.
El apóstol Pablo, aún en prisión, escribió cartas llenas de agradecimiento y gozo. Su testimonio fue tan fuerte que muchos llegaron a la fe por su actitud agradecida y firmeza en Cristo. Filipenses 1:12-14 muestra cómo su gratitud en medio del sufrimiento fortaleció a otros creyentes.
Nuestro testimonio diario, ya sea en palabras o en acciones, puede reflejar la bondad de Dios. Mateo 5:16 nos recuerda: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Una vida de gratitud glorifica a Dios y atrae a otros hacia Él.
Vivir con gratitud no es solo una bendición personal, sino una poderosa forma de testificar de Cristo. Cada palabra agradecida y cada actitud de alabanza anuncian al mundo que nuestro Dios es bueno y digno de confianza.