18-05-2025
“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”
Romanos 8:37
Romanos 8:37
El miedo nos hace sentir derrotados antes de comenzar. Pero en Cristo no somos solo vencedores, sino más que vencedores. Esto significa que no solo sobrevivimos, sino que vencemos con propósito y victoria asegurada.
Esta victoria no es por nuestra fuerza, sino “por medio de aquel que nos amó.” El amor de Cristo en la cruz selló nuestro triunfo eterno. Romanos 8:31 dice: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” Esa verdad derriba el temor.
Dios no nos prometió ausencia de lucha, pero sí su victoria. “El Señor peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.” (Éxodo 14:14). Nuestra confianza está en Aquel que venció al pecado y a la muerte. En Él, no hay lugar para el miedo paralizante.
Nuestra identidad en Cristo nos hace más que vencedores. No porque no haya luchas, sino porque su amor nos sostiene. El miedo se disuelve cuando recordamos quién pelea nuestras batallas. Confiemos en su victoria.