08-05-2025
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Filipenses 4:7
Filipenses 4:7
La paz que produce el Espíritu es sobrenatural. No se trata de ausencia de conflictos, sino de la presencia de Cristo reinando en nuestro interior. Jesús dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.” (Juan 14:27). Esta paz calma el alma en medio de la tormenta.
Isaías 26:3 declara: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” La clave es confiar en Dios plenamente. Cuando fijamos la mente en Él, su paz nos cubre, nos protege y nos dirige.
El Espíritu Santo produce esta paz cuando rendimos nuestras cargas al Señor. En Colosenses 3:15 se nos anima: “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.” La paz guía nuestras decisiones y nos une como cuerpo de Cristo.
La paz del Espíritu es un regalo divino que guarda nuestro corazón en Cristo. No hay ansiedad que no pueda ser vencida cuando esta paz gobierna. Confiemos en Él y vivamos en su paz.