10-03-2025
“Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.”
Marcos 4:39
Marcos 4:39
En la vida enfrentamos muchas tormentas: problemas familiares, dificultades económicas, enfermedades y preocupaciones que parecen abrumarnos. Sin embargo, Jesús nos muestra que Él tiene el poder de calmar cualquier tormenta. En Marcos 4:39, los discípulos estaban en una barca, aterrados por la tempestad, pero Jesús simplemente habló y la tormenta se detuvo.
Esto nos enseña que no importa cuán grande sea la dificultad, Jesús está con nosotros y tiene control sobre todas las circunstancias. Filipenses 4:7 nos recuerda: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Cuando confiamos en Él, recibimos una paz que va más allá de la lógica humana.
El Salmo 46:1-2 nos anima a recordar que Dios es nuestro refugio y fortaleza. “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar.” Aun en los momentos más difíciles, podemos descansar en Su poder.
Jesús es nuestra paz en medio de cualquier tormenta. Si confiamos en Su poder y en Su amor, podemos encontrar calma en los momentos más turbulentos.