19-11-2024
“Porque todas las promesas de Dios son en él sí, y en él amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.”
2 Corintios 1:20
2 Corintios 1:20
Dios es fiel a todas las promesas que ha hecho a Su pueblo. En la Biblia encontramos miles de promesas que Él ha dado a lo largo de la historia, y todas ellas son cumplidas a Su debido tiempo. La fidelidad de Dios no solo está en lo que Él ha hecho, sino en lo que Él ha prometido hacer. La vida de los patriarcas, los profetas y los apóstoles nos muestra que la promesa de Dios se cumple, sin importar las circunstancias, porque Él es un Dios fiel que no puede mentir (Tito 1:2).
La promesa más grande de Dios fue enviada a través de Su Hijo, Jesucristo. Jesús mismo es el cumplimiento de todas las promesas de Dios. En Mateo 5:18, Jesús dice que ni una jota ni una tilde de la ley caerán sin cumplirse. Esto nos asegura que todo lo que Dios ha prometido, especialmente en cuanto a nuestra salvación a través de Cristo, se cumplirá. La fidelidad de Dios se muestra de manera definitiva en la obra redentora de Jesucristo, quien vino a cumplir la promesa de salvación para todos los que creen en Él.
La fidelidad de Dios también se expresa en Su paciencia con nosotros. Aunque nuestras vidas sean a menudo inestables y nuestras promesas sean rotas, Dios permanece fiel. En 1 Juan 1:9 se nos recuerda que si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos. Esta fidelidad nos da esperanza y nos anima a seguir confiando en Él, sabiendo que Él siempre cumple Su palabra, independientemente de nuestras fallas.
La fidelidad de Dios se ve en la certeza de que todas Sus promesas se cumplen. Podemos confiar plenamente en Él, sabiendo que Su palabra es verdadera y que Él no nos dejará sin cumplir lo que ha prometido.
3 comentarios en “La Fidelidad de Dios en Sus Promesas”
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Nosotros podemos confirar todo el tiempo en Dios porque tenemos la certeza de que todo lo que el prometió fue cumplido y se seguirá cumpliendo. Él no nos miente y muestra su fidelidad mediante sus promesas, también nos muestra su amor porque aunque nosotros sí le fallemos, él no nos va a quitar nada de lo que ha dicho, mientras a pesar de nuestros errores, nosotros nos arrepintamos y lo sigamos buscando, el Señor siempre permanecerá ahí para amarnos y salvarnos.