13-11-2024
“Si tuvierais fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.”
Mateo 17:20
Mateo 17:20
Jesús enseña a Sus discípulos sobre el poder de una fe genuina, aunque sea tan pequeña como un grano de mostaza. Este pasaje nos recuerda que no es la cantidad de fe, sino la autenticidad de ella, lo que hace posible lo imposible. Cuando confiamos en Dios, incluso en cosas que parecen inalcanzables, Él obra de maneras sobrenaturales, porque nuestra fe es un reflejo de nuestra total dependencia en Su poder y no en nuestras capacidades.
La fe que mueve montañas también nos invita a enfrentar desafíos con confianza. En Marcos 11:24, Jesús afirma que cuando oramos con fe, debemos creer que recibimos lo que pedimos. Esto no significa que Dios siempre responderá nuestras oraciones exactamente como queremos, sino que confiará en Su voluntad perfecta. Tener fe es creer que, aunque no podamos ver el camino, Dios tiene el control y puede hacer cualquier cosa para Su gloria y nuestro bien.
Finalmente, la fe que mueve montañas requiere perseverancia y valentía. En Josué 1:9, Dios le recuerda a Josué que sea fuerte y valiente porque Él estaría con él. De igual forma, nuestra fe nos permite enfrentar obstáculos con valor, sabiendo que Dios nos respalda y que Él es quien mueve las montañas en nuestra vida.
La fe que mueve montañas es una fe genuina, valiente y persistente. Aunque sea pequeña, esta fe nos conecta con el poder de Dios, quien obra en lo imposible y transforma nuestras vidas para Su gloria.
1 comentario en “La Fe que Mueve Montañas”
El devocional de hoy nos enseña como con un poco de fe verdadera Dios hace grandes cosas en nuestras vidas, la fe es la confianza que tenemos en él y la tranquilidad en nuestro corazón de saber que nunca nos dejará solos y que está obrando todo el tiempo para nuestro bien. Todo el tiempo debemos buscar al Señor y dejar nuestros problemas y alegrías en sus manos.