08-09-2024
“El conocimiento envanece, pero el amor edifica.”
1 Corintios 8:1
1 Corintios 8:1
El conocimiento, cuando no está acompañado de amor, puede llevar al orgullo y la arrogancia. En 1 Corintios 8:1, Pablo advierte que “el conocimiento envanece, pero el amor edifica.” Es importante que nuestro crecimiento en el conocimiento de Dios y Su Palabra esté siempre acompañado de humildad y amor por los demás. El conocimiento por sí solo puede hacernos sentir superiores, pero cuando está unido al amor, se convierte en una herramienta poderosa para edificar a otros y fortalecer el cuerpo de Cristo.
Jesús nos dio el ejemplo perfecto de cómo el conocimiento debe estar al servicio del amor. En Juan 13:34-35, Él dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros.” El amor es la marca distintiva del discípulo de Cristo, y debe ser el motor que impulse nuestro deseo de conocer más a Dios y Su voluntad. El conocimiento, cuando está motivado por el amor, nos lleva a servir y edificar a los demás.
Además, el conocimiento que edifica nos ayuda a usar nuestros dones y habilidades para el bien común. En 1 Corintios 14:12, Pablo exhorta: “Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.” El conocimiento que Dios nos da debe ser usado para fortalecer y animar a los demás en su fe. No se trata solo de acumular información, sino de aplicar ese conocimiento en amor para ayudar a otros a crecer en su relación con Cristo.
El conocimiento verdadero no debe llevarnos al orgullo, sino a edificar a los demás en amor. Que busquemos crecer en el conocimiento de Dios, siempre acompañados de un corazón humilde y amoroso, para que podamos usar ese conocimiento para el beneficio de los demás y la gloria de Dios.