03-12-2024
“Por nada estéis afanosos, sino que en todo, mediante oración y súplica, con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios; y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Filipenses 4:6-7
Filipenses 4:6-7
Cuando el miedo comienza a invadir nuestros pensamientos, la Biblia nos exhorta a entregarlo a Dios a través de la oración. Filipenses 4:6-7 nos ofrece una solución clara para la ansiedad y el temor: orar y confiar. Al presentar nuestras preocupaciones a Dios, experimentamos una paz que supera nuestra comprensión. Esta paz no se basa en las circunstancias, sino en la seguridad de que Él tiene control sobre todo.
En Mateo 6:34, Jesús nos enseña: “No os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.” El miedo a lo que pueda suceder en el futuro puede consumirnos, pero la paz de Dios nos permite descansar en el presente. Confiando en Su soberanía, podemos soltar las preocupaciones sobre lo que está por venir.
La paz que Dios ofrece también protege nuestro corazón y mente, como dice el versículo. Cuando el miedo intenta apoderarse de nosotros, la paz de Dios actúa como un guardia, protegiéndonos de los pensamientos destructivos. En lugar de vivir en temor, podemos experimentar la serenidad que proviene de Su presencia.
La paz de Dios nos permite enfrentar el miedo con valentía, sabiendo que Él guarda nuestros corazones y pensamientos. Al entregar nuestras preocupaciones en oración, podemos experimentar la paz que solo Él puede dar.