Dominio Propio en la Palabra y las Acciones

26-11-2024

“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte, y el que se enseñorea de su espíritu que el que toma una ciudad.”

Proverbios 16:32

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Proverbios 16:32

“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte, y el que se enseñorea de su espíritu que el que toma una ciudad.”

Desarrollo:
El dominio propio no solo es útil para controlar nuestros impulsos internos, sino también para moderar nuestras palabras y acciones. La Biblia nos recuerda que la lengua es un pequeño miembro, pero capaz de causar grandes estragos si no es controlada (Santiago 3:5-6). Practicar el dominio propio en lo que decimos nos permite evitar ofensas innecesarias y promover la paz en nuestras relaciones.

Además, nuestras acciones reflejan lo que hay en nuestro corazón. Jesús enseñó que el buen árbol da buenos frutos (Mateo 7:17), y el dominio propio es esencial para producir frutos que glorifiquen a Dios. Por ejemplo, evitar responder con enojo o actuar impulsivamente muestra que estamos permitiendo que el Espíritu Santo gobierne nuestra vida. De esta manera, nuestras acciones dan testimonio del amor y la gracia de Dios.

La capacidad de controlarnos también nos permite ser ejemplo para otros. En 1 Pedro 2:12, se nos anima a mantener una buena conducta entre los no creyentes para que, al ver nuestras buenas obras, glorifiquen a Dios. Cuando ejercemos dominio propio, mostramos a los demás que Cristo vive en nosotros y que Su poder nos capacita para vivir de manera diferente.

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Practicar dominio propio en nuestras palabras y acciones es vital para vivir de manera que honre a Dios. Esto no solo edifica nuestra vida, sino que también nos convierte en luz para quienes nos rodean.